Paginas 11 al 11

"El Movimiento Bolivariano no es una fuerza electoral. Su objetivo es crear un movimiento de insurrección porque las FARC no pueden tomar el control por fuerza militar solamente. Nuestros esfuerzos no tendrán éxito si esto acaba siendo únicamente dos ejércitos, las FARC y las fuerzas de seguridad del gobierno, luchando una contra la otra" dijo Carlos Antonio Lozada, antiguo comandante de las milicias urbanas en Bogotá de las FARC y ahora un miembro del equipo negociador rebelde.

Las FARC dicen que, a diferencia del grupo insurgente M19, nunca dejarán las armas.

Pero las FARC no son los únicos que miran más hacia el campo de batalla que a la mesa de negociaciones. Además de inscribir mayores números de soldados profesionales, voluntarios en vez de reclutas verdes y de comprar helicópteros y más material, el ejército está terminando, por lo menos, cinco grandes cuarteles en los caminos estratégicos hacia Bogotá.

Estos puestos provistos de unidades de fuerza similar a un batallón, serán finalmente usados como "puntos de ataque" para lanzar misiones de búsqueda y destrucción de posiciones fuertes de los rebeldes. La más significativa de estas bases esta en Sumapaz, una region que recorre la espina oriental de la cordillera Andina, a través de cinco provincias y hasta los barrios pobres del sur de la capital. Hace mucho que esta zona se usa como una ruta logística para los rebeldes y una importante avenida para sacar a los secuestrados de Bogotá.

Hace mucho que el comandante supremo de las FARC, Manuel Marulanda, predijo que las batallas más decisivas serían en las duras montañas y altas planicies de Sumapaz que alcanzan los 12,000 pies de altura.

Si Bogotá cae, el país caerá. Al construir esta base en Sumapaz estamos echando atrás los planes de las FARC ocho o diez años" dijo el Coronel Enrique Cotes. Comandante de las fuerzas del ejército en Sumapaz en una entrevista en Febrero.

Pocos Colombianos comunes creen en una perspectiva de paz real a corto plazo. La mayoría piensa que la guerra se escalará hasta que los combatientes decidan que deben buscar una solución política genuina al conflicto.

Pero aún si, en contra de toda probabilidad, los rifles de paramilitares y rebeldes se silencian en un momento cercano, uno de los empobrecidos habitantes de la ciudad Nelson Mandela, el poblado marginal de Cartagena, avisó que el conflicto no terminaría.

"Los diálogos de paz no significan nada" dijo Lázaro Pérez. " Únicamente cuando el gobierno empiece a ayudar a los pobres, terminara la guerra."


Notas Relacionadas:
Hacia el Abismo: El Objetivo Político Paramilitar en Colombia
La Repentina Desaparición de Carlos Castaño
Forum sobre Participación Estadounidense en Colombia


<< previo 1|2|3|4|5|6|7|8|9|10|11|
Sub artículo:
Niños Soldados: Atrapados en la Pobreza, Cautivos de la Guerra
Por Karl Penhaul