LAS
RAICES DEL CONFLICTO
Colombia con una población de 40 millones lleva sumida en
guerra casi 50 años, haciendo que las raíces precisas
de la la violencia son a veces difíciles de entender, hasta
para aquellos que se juegan la vida.
Los síntomas son más fáciles de identificar.
De acuerdo con las estimaciones del gobierno, el 55% de la población
vive por debajo de los límites de la pobreza, que se define
como unos ingresos por hogar de menos de $280 mensuales. El desempleo
ha llegado a niveles record, con cálculos oficiales merodeando
el 20%, el más alto del hemisferio. Hasta en tiempos de abundancia,
la corrupción descontrolada, la centralización del
estado ha privado a las comunidades más remotas de escuelas,
instalaciones sanitarias y otras necesidades básicas. Pistas
de tierra bacheadas son con frecuencia las únicas líneas
vitales al mundo exterior.
Con la justicia social como su grito de batalla fundamental, las
fracciones rebeldes de izquierdas de Colombia tomaron las armas
contra el Estado a mediados de los 60. Las dos fuerzas guerrilleras
marxistas principales son las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia) con alrededor de 17.000 combatientes y el ELN (Ejecito
de Liberación Nacional) con alrededor de 5.000. Ambos grupos
financian su esfuerzo bélico con secuestros y con extorsión,
las FARC reciben la mayoría de su financiación por
medio de impuestos al tráfico de drogas. Militarmente más
débil, el ELN, se especializa en sabotaje económico,
como hacer estallar pozos petrolíferos y oleoductos. El grupo
históricamente más duro del ELN, el frente Domingo
Lían colocó bombas, más de 100 veces, en el
mayor oleoducto de exportación, causando la subsecuente caída
en exportaciones de petróleo, el mayor generador de ingresos
del país. Analistas económicos ya están prediciendo
que Colombia no alcanzará su meta de crecimiento del 3,8
en el 2001, dictado como parte de las condiciones del préstamo
del Fondo Monetario Internacional.
Las demandas de ambos grupos se centran en una reforma agraria,
una redistribución radical de la riqueza, y un final a la
política de mercados libres, incluyendo una mayor intervención
del gobierno en industrias clave. Las FARC se han ganado una reputación
de ser más radicales, gracias al gran número de campesinos
en sus filas y su jerárquica estructura político-militar.
Concentrados en zonas rurales, se estima que los insurgentes controlan
hasta un 50% del país- la mayoría del cual está
en manos de las FARC.
La alianza nacional de las fuerzas de derechas paramilitares conocida
como Las Fuerzas de Autodefensa Unidas de Colombia (AUC), actualmente
tiene unos 8.100 pistoleros mayoritariamente de clases obreras.
Están financiados en su mayoría por terratenientes
ricos, industrialistas, políticos, las clases mediasaltas
urbanas, y traficantes de drogas.
Según cifras del gobierno:
- En
la ultima década, han fallecido 35.000 civiles a causa
de la guerra, muchos de ellos masacrados por pistoleros de la
derecha y la izquierda.
- Solamente
durante los últimos cinco años, más de 1,1
millones de personas han sido desplazadas por la violencia, la
mayoría de estos por bandas paramilitares de derechas.
- En
el año 2000, más de 3.700 personas fueron abducidas-confirmando
el estatus de la nación como la capital mundial de secuestros.
La mayoría de las abducciones son atribuidas a las guerrillas,
las cuales llenan sus cofres con unos $150 millones en pagos de
rescates.
No
hay un consenso general de los costes de la guerra en términos
económicos. Planificadores del gobierno han calculado que
el coste es equivalente, más o menos, a un cuatro por ciento
del producto interior bruto (PIB) de esta nación Andina,
la cual es la quinta economía en Latino América con
un PIB anual de alrededor de $80 billones.
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Jóvenes haciendo el servicio militar mientras que policías
patrullan una comunidad de refugiados en las afueras de Bogotá,
la capital de Colombia. Soacha, Colombia.
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