Es
la ciudad más violenta de Colombia y de hecho del mundo.
Todo parece en calma en el centro de la ciudad de Barrancabermeja
pero en las afueras se está propagando una guerra sucia
entre los paramilitares y las guerrillas del izquierdista
ELN, Ejército de la Liberación Nacional. Como
siempre, en la guerra Colombiana la mayoría de las
víctimas son civiles. En el año 2000, 700 personas
murieron violentamente en esta ciudad de 250.000 habitantes
y por lo que parece, 2001 no va a ser muy distinto.
Otro asesinato
La tarde del viernes 23 de Marzo, dos coches pararon delante
de la casa del organizador sindical Rafael Attencia. Ocho
hombres armados irrumpieron en su casa y se llevaron a Attencia
a punta de pistola. Attencia y sus ocho asaltantes desaparecieron
en la noche. Al día siguiente su cuerpo acribillado
fue hallado en una zanja cerca de una vía de tren desierta.
Attencia fue la víctima número 176 del año.
Es muy probable que a finales de 2001 habrá cientos
de víctimas más.
Desde 1998 se ha estado librando una guerra brutal por el
control de Barrancabermeja. Situada en el río Magdalena,
importante por su desembocadura al Mar Caribe, esta ciudad
industrial refina el 80% del petróleo del país
y es el corazón de tierras ganaderas fértiles
y de las áreas ricas en la producción de coca
en el norte de Colombia. Barrancabermeja era tradicionalmente
un baluarte del ELN. La política toma un giro distinto
en la región en Mayo de 1998 cuando las tropas paramilitares
emprendieron su ofensiva, asesinando a 25 supuestos simpatizantes
de la guerrilla en un pueblo cercano y anunciando su intención
de "barrer la ciudad de subversivos."
Las fuerzas paramilitares se han hecho lentamente con el control
barrio tras barrio. Los miembros del ELN actúan con
cautela o se han retirado al campo. Últimamente la
violencia paramilitar se ha enfocado en los grupos de derechos
humanos, las organizaciones populares y los sindicatos. Desde
que el gobierno reveló su plan de concederle al ELN
una zona neutral y desmilitarizada al oeste de Barrancabermeja,
solo ha aumentado la violencia. Los grandes terratenientes
y los ganaderos de vacuno los más fieles defensores
de los paramilitares- se han opuesto firmemente a cualquier
plan para crear una zona neutral.
Noche del Sábado 24 de Marzo
Para la funeraria La Fondería era un Sábado
por la noche con el típico ajetreo.
El cuerpo de Attencia yacía en la mesa de azulejos
blancos del depósito. La autopsia del forense policial
establecía la causa de muerte por seis balas disparadas
a corto alcance. Tras una mesa desvencijada el investigador
policial Oscar Díaz escribía su informe con
su pequeña ametralladora colgada al hombro y con sus
cartuchos en el chaleco.
"Así es Colombia"- declaro Díaz- "
¿ En qué otro lugar del mundo un fiscal de distrito
no puede estar sin su UZI?"
Sonó el teléfono en La Fondería, Rubén
Darío, empleado de la funeraria lo cogió. Dos
cadáveres más en las afueras, le dijo a sus
ayudantes. Se fueron en el coche patrulla para recoger los
cuerpos de las víctimas. La funeraria tiene que recuperar
los cadáveres porque las autoridades no se atreven
a adentrarse en las partes más peligrosas de los barrios.
Fuera de La Fondería la vida seguía como siempre.
Como todos los Sábados por la noche el bulevar principal
del centro de la ciudad estaba cortado al tráfico.
La música "salsa" retumbada en los bares,
las parejas paseaban cogidas de la mano, y los adolescentes
pasaban rápidamente en sus patines en línea.
Éstos se han hecho inmensamente populares desde que
Barrancabermeja fue el anfitrión del Campeonato Mundial
2000 en un esfuerzo para mejorar su imagen. Unas carretas
unidas y pintadas como una oruga pasaban por las calles, llenas
de niños risueños.
Darío, empleado de la funeraria, dijo: " Esto
es un matadero humano". Cuando sus ayudantes volvieron
con los cadáveres de dos hombres de entre 17-19 años.
Díaz encendió otro cigarrillo y metió
otra hoja de papel en la máquina de escribir. Los llantos
de una joven agachada sobre una de las víctimas reverberaban
contra los azulejos del depósito. Fuera, un vehículo
policial azul oscuro blindado, retumbaba en la calle camino
de las afueras "para restablecer la paz y la tranquilidad."
"Por ahora siete muertes este fin de semana"- dijo
Díaz- "Está empezando a convertirse en
una masacre". Para los Colombianos la denominación
"masacre" requiere por lo menos nueve víctimas,
explicó. "No tenemos ni los medios ni el tiempo
para llevar a cabo una investigación decente",
suspiró Díaz. "Los EE.UU. dan al ejército
Colombiano helicópteros Blackhawk y en la oficina del
fiscal del distrito nos faltan clips para los papeles. Nueve
investigadores comparten un ordenador. Carecemos de la tecnología
para empezar una base de datos de huellas digitales. A menudo
no podemos visitar la escena del crimen por temor a que nos
disparen. Los testigos tienen demasiado miedo para hablar.
Lo único que queda es una evaluación balística
superficial. La mayoría del tiempo lo único
que podemos hacer es determinar el tipo de arma usada."
Escudos Humanos
"El noventa y nueve por ciento de impunidad", comentó
el activista Henry Lozano tras sus ventanas a prueba de balas
en su despacho de la organización de derechos humanos
Credhos, "Es un secreto público que el ejército
y los paramilitares están muy vinculados. El ejército
desarma a las guerrillas convirtiéndolas en carne de
cañón. Entran los paramilitares y limpian los
barrios de guerrillas."
Un cámara de la TV local que no quería ser nombrado
dijo que de vez en cuando la policía arresta a un par
de paramilitares. -"En unos días son puestos en
libertad y están merodeando por las calles otra vez"-
añadió- "Sabemos que son buenos amigos.
El ejército, la policía y los paramilitares
pueden ser vistos en los mismos bares, compartiendo bebidas
y jugando a las cartas."
"Nuestra región es muy rica en recursos naturales
pero el 80 por ciento de la población vive por debajo
de los índices de pobreza", dijo Lozano. "Actualmente
con el índice de desempleo en el 40 por ciento los
paramilitares tienen una fuente inagotable donde reclutar."
Lozano explicó que los paramilitares ofrecen un sueldo
mensual de $250, casi el doble de lo que puede pagar el ELN.
Muchos antiguos combatientes de la guerrilla han cambiado
de bando y ahora delatan a sus antiguos compañeros.
Los residentes dicen que los paramilitares reciben fuerte
apoyo de los narcotraficantes de la región.
Lozano, que viaja en coche blindado y cuya familia ha estado
viviendo en otra ciudad por razones de seguridad, dijo que
los paramilitares han declarado abiertamente que sus grupos
de derechos humanos son "objetivo militar." "Por
ahora este año hemos recibido veinte amenazas de muerte,
por teléfono y correo". "Seis miembros de
nuestra plantilla han sido asesinados durante estos años,
veintenas de ellos han dejado de trabajar o se han mudado
a ciudades más seguras."
Señaló a dos extranjeros sentados en la sala
de espera de los Credhos. Dijo que eran voluntarios de la
Brigada de la Paz con sede en Londres. Ellos sirven como escudos
humanos haciendo su presencia física constante para
aquellos que viven bajo la amenaza de la muerte. Se da por
hecho que matar a un extranjero generaría mala publicidad
para los paramilitares.
"Sin la Brigada de la Paz nuestro trabajo hubiese sido
imposible," afirmó Lozano. Los voluntarios rehusaron
hablar diciendo que tenían órdenes estrictas
de Londres de ser extremadamente discretos dado que hacia
unos meses ellos también habían sido declarados
objetivo militar.
"De hecho todos los que tengan tendencias izquierdistas
están en la lista de muerte de los paramilitares,"
dijo Yolanda Becera, jefa de la organización de mujeres
OFP. " Los Paras siempre encuentran una razón
para matar a alguien. No importa si son amigos o familia de
supuestos miembros de la guerrilla, simpatizantes o defensores.
Su meta es extender el terror y destruir la base popular de
los sindicatos y de los grupos de derechos humanos. El mensaje
es: Pretende no ver o saber nada, simplemente quédate
en casa y no hagas nada." Becera dijo que ella no creía
en el vidrio a prueba de balas. " La protección
debe venir de la policía, pero todos sabemos que eso
es un chiste," dijo irónicamente.
Servir al Pueblo
Varios hombres de paisano, fuertemente armados, estaban merodeando
por la plaza del mercado de San Rafael. Era una tarde tranquila
de Domingo, los hombres armados, algunos en las entradas de
las casas charlando con las chicas, otros hablando por teléfonos
móbiles, eran casi ignorados por los habitantes del
polvoriento pueblo. San Rafael es una fortaleza paramilitar
a una hora en coche de Barrancabermeja. El Comandante Esteban,
jefe de operaciones accedió a ser entrevistado en el
bar de billar local. Sus hombres mantenían la guardia,
observando a los jugadores y tomándose sus refrescos.
"Nunca hemos matado a un civil inocente," dijo Esteban.
"Solo matamos a las guerrillas." El no sabía
quién había asesinado al organizador sindical
Rafael Attencia y sugirió que criminales comunes eran
los responsables. "La gente que trabaja para las organizaciones
populares solo son informadores y colaboradores de la guerrilla,"
añadió.
"Colombia está cansada de las guerrillas,"
continuó Esteban. "Antes de nuestra presencia
la gente de Barrancabermeja estaba atemorizada. Nunca se veía
al ejército o a la policía en las afueras. Ahora
la gente puede salir todas las noches. El mundo entero debe
saber que estamos aquí para servir a la gente."
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