Derrame
de sangre en el Palacio de Justicia
El grupo insurgente M-19, aunque de corta vida, fue muy significativo.
En su día una fuerza de izquierdas dirigida por la clase
media que valoraba el nacionalismo y las enseñanzas del héroe
independentista Simón Bolívar por encima de las de
Lenin, Marx y Mao, el M-19 estableció una presencia militar
en todo el país, ganando una admiración política
y hasta el apoyo de una amplia parte de la sociedad. Repetidos ataques
sobre camiones de reparto cuyos cargamentos eran luego distribuidos
entre los pobres, dieron a los insurgentes un aire de Robin Hoods
modernos.
Pero en Noviembre de 1985, el grupo insurgente invadió y
ocupó el Palacio de Justicia, sede del Tribunal Supremo Colombiano,
con la idea de enjuiciar al gobierno civil por su fracaso de remediar
las desigualdades sociales. Pero las fuerzas armadas se movilizaron
inmediatamente y tomaron el edifício en 48 horas después
de una brutal batalla urbana. Al finalizar, los jueces más
altos del país yacían muertos y la mayoría
de los dirigentes del M-19 habían muerto o se les había
hecho desaparecer. Los supervivientes del grupo se desmovilizaron.
La tragedia de El Palacio de Justicia fue un momento clave histórico:
no solo produjo titulares en las primeras páginas en todo
el mundo, pero también llevó a la guerra sucia desde
las afueras hasta la capital.
La Masacre de Unión Patriótica
En 1986, después de dos décadas de lucha, el gobierno
de Belisario Betancur negocia un alto el fuego con las FARC. Un
poco después las guerrillas crearon un partido político
legal, la Unión Patriótica (UP), el cual tuvo algo
de éxito en elecciones locales. A la vez, se emprendió
una campaña de terror y asesinato contra UP, diezmando el
partido hasta principios de los 90.El ámbito político
se parecía cada vez más a un campo de minas. Las FARC
volvieron a la guerra.
AYUDAS DE EE.UU. - ¿OTRO
EL SALVADOR U OTRO VIETNAM?
Helicópteros Huey de la era Vietnam martillean por encima
de la base militar de Tres Esquinas, en las profundidades de las
junglas de la provincia sureña de Caquetá. Consejeros
de las Fuerzas especiales de los EE.UU. merodean por el complejo
en imponentes camiones todo terreno Humvee. Los batallones de élite
anti-droga del ejército Colombiano entrenados por los consejeros
Estadounidenses, desfilan y entrenan incesantemente, preparados
para la próxima incursión en el territorio de las
guerrillas.
Tres Esquinas es el centro de comandancia para el esfuerzo de guerra
de Colombia respaldado por EE.UU., y conocido como "Plan Colombia."
Financiado desde Washington con más de $1 billón mayoritariamente
en apoyo militar en los años fiscales 2000 y 2001, ostensiblemente
tiene como objetivo el crecimiento en espiral de la producción
cocaína y heroína.
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San
Vicente del Caguán, Colombia. Un combatiente de la guerrilla
en el cuartel.
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