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MF: Los zapatos son un elemento dominante en la serie que llamas Atrabiliarios, una palabra Española arcaica cuyas raíces en Latín, atra bilis, combinan lamento profundo con bilis, o ira. "Enterraste" los zapatos, muchos de los cual no tienen pareja, en nichos de pared, que posteriormente cubriste con fibra de animal translucida y cerraste con seda quirúrgica. El proceso en sí, uno de humilde cuidado y profundo homenaje, recala en antiguas costumbres; el efecto sobre el espectador es uno de dolorosa pérdida. Los zapatos son a la vez domésticos y conocidos, pero porque están encerrados y sus perfiles son indistinguibles, parece que desaparecen ante tus ojos, trasladándose hacia otro mundo.

DS: Cada vez es más difícil encontrar el difuso límite entre lo íntimo y lo político. La pena de los familiares de los desaparecidos – como toda pena – es de naturaleza íntima, pero cuando la esencia de estos eventos es política, creo que la sociedad lo tiene que reconocer. Me interesa enseñar esa lesión social, su carácter colectivo. El testigo directo de una desaparición forzosa no esta aquí, no puede contarnos su experiencia. Mi obra trata de la imposibilidad de ver, de saber y de comunicarse.

Volviendo a tu comentario anterior—sí, los zapatos son una imagen importante del holocausto, como sabrás. La historia es diferente, pero la resonancia similar.

MF: Haces referencia a los zapatos en Yad Vashem.

DS: Sí.

MF:
En La casa viuda ( The widowed house, 1992-94) vemos que la violencia se ha hecho mayoritariamente íntima y doméstica. En La casa viuda I, una puerta encontrada, se mantiene sola; apoyada contra ella una pequeña, baja y angustiada mesilla, envuelta en trozos de encaje blanco--¿tapete? ¿mantel? ¿cortina? ¿vestido? ¿camisón? ¿guante?.
   La pieza sugiere ausencia, destrozos y vendaje ( hasta cirugía, debido a las eminentes suturas), pero también hace una declaración: Aquí había vivido una sociable familia completa, recibían a sus amigos con estilo y elegancia. La pieza es extremadamente sucinta, pero te golpea con varias asociaciones de una vez.

DS: Esta obra se refiere al desplazamiento forzoso. La persona desplazada, es una figura extrema y paradigmática para nuestra época, la figura que ha roto los lazos con su lugar de nacimiento y por eso no tiene lugar propio. Es un inmigrante al que nadie se quiere acercar, que es rechazado por todos.

Los humanos somos seres relacionados a los espacios, necesitamos un sitio donde comer, un sitio donde escribir, donde pensar, etc. Es imposible desasociar los espacios de la experiencia humana. La serie de La casa viuda refleja a esos millones de seres humanos que no tienen espacios.

También me interesa la imagen del artista como persona desplazada. El artista no ocupa un lugar central en su obra, el centro está habitado por la experiencia de otro ser.


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Atrabiliarios, 1993
Instalación de pared en 2 nichos. Contrachapado, 3 zapatos, vejiga de vaca y hilo quirúrgico.
31.8X51.4 cm
Cortesía Alexander and Bonin, New York