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Este año y el pasado los paramilitares han intensificado su infiltración en los sindicatos y universidades. Dirigentes sindicales, catedráticos, y estudiantes están siendo asesinados y aterrorizados para silenciarlos. Cuando Bernard Henri-Lévy de "Le Monde", le preguntó por qué mató a sindicalistas Castaño contestó: "Porque (los sindicatos) impiden que la gente trabaje." El año pasado 129 afiliados fueron asesinados por escuadrones de la muerte paramilitares, 44 más han sido asesinados este año, y tres recientes atentados a la vida de dirigentes sindicalistas han sido abortados por sus guardaespaldas. Cientos están amenazados.

A los que Otalora se refiere como paramilitares "verdaderos protectores" quizás no pueden permanecer más tiempo siendo fuerzas sin cara y sin nombre, operando desde la oscuridad. A medida que la crisis aumenta, y las oportunidades de salir del anonimato a la esfera pública incrementan, gradualmente, las fuerzas conocidas en Colombia solamente como Las Fuerzas Oscuras están siendo punto de enfoque.

Por la Memoria: una víctima de la guerra sucia

En una velada en Noviembre de 1997, en casa de un amigo en Bogotá, Eduardo Umana Mendoza, uno de los abogados Colombianos de derechos humanos más valientes de su generación, pronosticó la situación actual. "Es el fin de este país." dijo. "La corrupción ha convertido en criminales a todos-los políticos, el ejército, los tribunales, la iglesia, la policía. La izquierda no existe en Colombia. Las guerrillas son criminales también, y además absurdas. Los únicos que cuentan para algo son los sindicalistas y están siendo sistemáticamente destruidos. Si quiere saber lo que va ha ocurrir en Colombia, mire hacia la derecha. La extrema derecha es la única en Colombia que sabe lo que quiere, y lo conseguirá. Es la única fuerza organizada en este país que está en vías de hacerse con el control. ¿Oposición? Los Colombianos tienen sus medios de extrema derecha, especialmente su televisión"

Había estado fuera del país tres años y no quería creerle. Era más fácil decirme a mí misma que estaba quemado, pero esa fue la última noche que le vi. Un Sábado por la mañana en Abril de 1998, fue asesinado sentado en su despacho. Los tres asesinos, entre ellos una mujer elegantemente vestida, habían accedido a su apartamento fingiendo ser periodistas.

El año pasado, el Fiscal General acusó a Carlos Castaño de la muerte de Eduardo Humana. La investigación concluyó en que procedían de una organización criminal de Medellín llamada "La Terraza" y habían sido contratados para la misión por Castaño. La investigación también implicaba al Batallón 20 de Inteligencia, con base en Bogotá, de la coordinación entre Castaño y el escuadrón de la muerte.


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